sábado, 17 de octubre de 2009

Procesión de Nuestra Señora del Rosario (Primera Parte)

Eran las seis y media de la tarde del pasado 11 de Octubre y ya el atrio de nuestra Capilla era un auténtico hervidero de representaciones venidas de Italia, Andalucía, la Provincia de Sevilla y la Capital. Si poco sitio tenemos las representaciones ocuparon todo el espacio que disponemos dentro y fuera de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario.

Llegaron las siete y a los sones de la Marcha Real salió la Cruz de Guía acompañada de los dos faroles. Un significativo grupo de hermanos seguían los pasos de la Cruz de Guía mientras nuestro Director Espiritual Don Giovanni Lanzafame di Bártolo ejercía de director de orquesta y en compañía del Diputado Mayor de Gobierno Don Antonio Arrondo Pazos daban salida a las diferentes representaciones que acudieron para acompañarnos en el especial cortejo que con motivo del Centenario de la Reorganización de la Hermandad del Rosario del Dos de Mayo se celebraba en este año 2009.

La Virgen esperaba en el interior a que el capataz y la cuadrilla del paso de Cristo, encargados en esta ocasión para llevar por las calles de su Barrio a Nuestra Señora del Rosario, iniciasen las primeras maniobras antes de la Salida.

Y llegó el momento en que la Virgen cruzó el escarzano arco de nuestra Capilla y el Barrio la podía ver de nuevo después de que la lluvia lo impidiese durante 2008.


La torre se vistió para tal ocasión con colgaduras rojas. Una estampa de gran tamaño de los años 20, portada del último Boletín, y la antigua bandera de San Jacinto por la parte que representaba al escudo de los Dominicos mientras se interpretaba por primera vez durante la Procesión la marcha de José de la Vega: "Rosario de Gloria" (Mater Amabilis).


Una concurrida Calle Dos de Mayo daba la bienvenida a la Virgen vestida para la ocasión con un manto color salmón y un pequeño tocado sobre el que se había puesto la toca de sobremanto que tuvo durante los días del Triduo. La Virgen tuvo de exorno floral liliums color salmón, claveles y flores blancas.


El atardecer de otoño sevillano caía mientras el cortejo cruzaba el Postigo del Aceite y allí visitaba, como es costumbre, a la Pura y Limpia del Postigo (otra advocación con origen rosariero).

A la llegada a la Plaza del Triunfo el día tenía perdido toda su luz y los costaleros daban evidentes muestras de poderío y calidad portando a Nuestra Señora del Rosario a los sones de la Banda Municipal de la Puebla del Río. Muy buenas chicotás se vivieron a lo largo de todo el cortejo.

Este artículo y los venideros sobre la Procesión de Nuestra Señora del Rosario queremos, desde esta página web, dedicárselos a todos los hermanos y devotos que no pudieron ver la Procesión y a los que están enfermos y en especial para nuestro Hermano Mayor Don Vicente Camacho García, deseándole una pronta recuperación.